martes, 28 de febrero de 2012

Sobre 'la yema de los dedos que hundiste entre tus muslos dibujando un alce bebiendo de la gruta de un manantial...

Tu cuerpo es una barca sin morbo, es escritura en el agua. Las espinas son los mástiles de los veleros. Un día dijiste que tus velas se llenaron de algo mío.

¿Sabes? El agua es el despertar del cuerpo que se abre, es la corriente roja de un pensamiento que se busca dentro y fuera. Tu alce me bebió en su gruta hasta que su lengua raspó el recuerdo seco y el espasmo abrupto.

No hay formas perfectas. El pecho izquierdo no es simétrico con el derecho, la piel se estira y se vence y la sed no siempre despierta al verse. El tórax se entume al saberse vacío. El vientre sólo declara que es vientre, la sal no endulza las aguas y el dolor es el texto tallado sobre una piedra olvidada.

'Aquello' es mas elusivo y no se habla, se vive. Aquello es para darse de forma tranquila y sin explicación.